Frente al individualismo, cuidar es tejer redes de vida; significa interconexión e interdependencia e implica empatía, responsabilidad, generosidad, amabilidad, compasión, atención, afecto y la capacidad de escuchar las voces que son menos perceptibles.
Como expone la profesora María Puig de la Bellacasa, hoy en día, las empresas compiten por demostrar que nos cuidan y señala que «la gobernanza neoliberal ha hecho de cuidarse a sí mismo un orden omnipresente de moralidad biopolítica individualizada. Las personas están convocadas a cuidar de todo pero, ante todo, de “lo nuestro”, de nosotros mismos, de nuestro estilo de vida, nuestros cuerpos, nuestra forma física y mental, o de “nuestras” familias, reduciendo el cuidado a su caricatura más “parroquial”.»